Los gatos más
pequeños tienen unas exigencias mayores en la proporción entre peso y
alimentación. Esto ocurre principalmente por dos motivos: los gatos pequeños
consumen un mayor número de Calorías porque son mucho más activos, su vida se
basa en dormir y jugar, no conocen el punto intermedio; y, por otro lado, al
estar en fase de crecimiento, necesitan de mayor número de comidas diarias.
En referencia a
cuántas veces come un gato pequeño, lo
ideal es que sea un mínimo de tres ocasiones, al menos hasta que cumpla los
seis meses. Los gatos pequeños necesitan de un alto nivel de proteínas,
vitaminas y grasas. Además, hasta que cumplen al menos un año, lo ideal es que
siempre tengan disponible la comida específica para ellos.
Controlar desde las
primeras semanas cuánto come un gato es esencial para que tenga una vida sana y
es muy importante preocuparse porque solo se alimente con comida específica
para gatos de su edad de cara a evitar problemas puntuales o de crecimiento.
A partir de los seis
meses, los gatos tienen unas necesidades distintas y se pueden reducir el
número de veces que se alimentan a dos veces por día. Aunque más importante que
cuántas veces al día come un gato, la pregunta clave es cuánto come un gato.
Porque al igual que ocurre con las personas, cada animal tiene un cuerpo distinto
y una genética que le empuja a pedir mayor o menor cantidad de comida.
En ese aspecto,
además de respetar las instrucciones que acompañan a cada paquete de alimentos
sobre cuánta comida se le debe dar, también hay que guiarse por la intuición.
No va a pedir lo mismo un gato revoltoso que otro que pasa el día descansando
sobre el sofá. Seguro que como persona
encargada del gato sabes cuánta comida necesita o puedes comprobar si le falta
o le sobra.
Una vez que sabemos cuántas
veces come un gato, veamos en qué momentos debe comer. Respecto a este tema,
con los gatos adultos y sus dos raciones diarias, lo ideal es dejar unas ocho o
doce horas entre la primera y la segunda ración de comida.
Pero más importante
que el horario de las comidas, es el
tratar de llevar una rutina estable en la que el gato sea consciente de cuándo
y cuánto tiene que comer. Como muchos otros animales, los gatos se acostumbran
a unos horarios y pueden estresarse y sentir ansiedad si no se respetan.
Con los gatos puedes
crear la rutina en base a los horarios o la jornada laboral que tengas. No va a
cambiar la cantidad que come porque se le dé comida antes del amanecer o a
media tarde.
Esta es una de las
grandes preguntas que se hacen muchas personas cuando tienen un gato y se ven
con problemas de cara a no poder alimentarlos en horarios concretos o si viajan
a menudo. Independientemente de obligaciones mayores, también hay quien prefiere esta opción desde el
principio.
Como hemos dicho
anteriormente, es importante controlar
la cantidad de comida que le damos a nuestro gato para que mantenga una
vida saludable. Aunque también hay gatos capaces de administrar cuántas veces
tienen que comer. En estos casos, lo más importante es vigilar que nuestro gato
mantenga un buen estado de forma y un peso adecuado para su edad y tamaño.
Los gatos que siempre
tienen la comida a su disposición, también se acostumbran a comer según sus
necesidades, y pueden sentir ansiedad en caso de que les falte en algún
momento, por lo que hay que cuidar este aspecto.
Los consejos que
hemos dado no cambian en el supuesto de tener en casa más de un gato, tanto las
rutinas como las cantidades que se le den deben ser las mismas, aunque un
aspecto que hay que cuidar especialmente, sobre todo si existe una diferencia
de edad, es que cada gato coma de su
comedero. Al principio puede ser problemático, sobre todo si los dos gatos
no han llegado a casa al mismo tiempo, pero cuando se acostumbran no hay
mayores problemas.
Con algunas enfermedades, puede que los gatos necesiten
comer con mayor frecuencia. Lo
mismo puede ocurrir en caso de que hayan sido operados recientemente. Uno de
estos sucesos puede darse con la diabetes, por ejemplo, y lo más importante es
no improvisar y hacer caso de las recomendaciones del veterinario en cuanto a
cantidad, raciones y especificaciones de la alimentación. Gran parte del
bienestar del felino depende de su alimentación, por lo que es aún más importante
cuidarla en estos casos.
Si sigue existiendo
preocupación sobre cuánto come tu gato, fíjate dónde come. Lo ideal es que
tenga el comedero en una zona donde la comida no pueda verse afectada por
factores externos, la temperatura sea fresca y, esto es también es importante,
el gato tenga toda la tranquilidad para comer sin molestias ni estrés.
Del mismo modo, es
indispensable que el gato tenga siempre a mano una taza con agua fresca del que
pueda beber cuando lo necesite. A diferencia de las comidas, no hay excusa para
dividir la cantidad de agua en distintos horarios del día. Tiene que beber
siempre que lo desee.
Por último, hay que leer la información de los envases de
comida para gatos. En ellos se puede comprobar la cantidad de ese alimento que
debe comer un gato a diario, así como otros consejos que pueden ser de especial
utilidad para que lleve una vida sana.
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