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Antes de que llegase a casa, imaginabas paseos largos y placenteros con tu mascota, sin embargo te encuentras que salir a la calle implica volver agotado por los constantes tirones para evitar salir corriendo tras ella.

Tienes que entender también que cuando un perro está entusiasmado por una actividad excitante como salir a la calle, lo normal es que quiera correr, por lo que no debes tomarlo como una mala conducta sino enseñarle pacientemente que tú quieres otra cosa de él.

CONSEJOS ANTES DE SALIR A LA CALLE

Antes de salir es conveniente jugar con él activamente dentro de la casa por un tiempo prolongado, así cuando llega el momento de salir está un poco más cansado y menos ansioso. Para eso resulta genial tirarle una pelota o un juguete y hacerle correr para alcanzarlo varias veces.

Luego llega el momento de ponerle la correa; si tu perro comienza a saltar y ladrar, quédate quieto y en silencio hasta que se haya tranquilizado. Es importante que entienda que debe estar quieto, así al momento de salir su mente estará más relajada. Repite esto las veces que sea necesario antes de enganchar la correa y abrir la puerta.

UNA VEZ SALIMOS A LA CALLE…

Una vez en la calle hay distintos métodos para controlar al perro, según su tamaño y su conducta. Lo ideal es enseñarle con premios. Lleva contigo unas golosinas para ir dándole cada 3 o 4 pasos mientras camina a tu lado. Tienen que ser bocaditos blandos y pequeños, fáciles de tragar. Así lograrás que el perro solo te preste atención a ti, en vez de ir mirando los alrededores.

No olvides felicitarlo y darle una caricia. Después de repetir la lección con éxito varios días, comienzas a espaciar las golosinas y reemplazarlas por palabras y caricias hasta que se acostumbre a caminar a la par tuyo.

Otra forma de entrenamiento para perros que ya han aprendido las órdenes básicas es empezar a caminar y cada vez que el perro se adelante y comience a tirar de la correa, te detienes bruscamente y le haces sentarse. Una vez que esté tranquilo comienzas a caminar otra vez y repites si vuelve a adelantarse.

Si el paseo va más o menos bien, en vez de sentarlo cuando tira puedes darle un tirón brusco pero breve (algo que no lo lastime) con la correa y le dices NO. Cuando vuelva a tu lado lo felicitas y continúas. Con esto, el perro aprende que cada vez que tira le obligas a detenerse de algún modo y él demora más en llegar a donde quería. Recuerda que es mucho más efectivo dar tirones cortos que tirar constantemente, pues el perro se acostumbra a caminar así y tira con más fuerza.

Es importante que camines con buen ritmo, pues si vas demasiado lento en esta etapa de aprendizaje será muy difícil que el perro logre frenarse para seguirte.

¿QUÉ NECESITO PARA EDUCAR A MI PERRO?

Lo primero, la correa debe ser resistente, acorde a la fuerza de tu perro, y de no más de 2 metros. Cuando haya aprendido podrás usar una más larga o extensible, pero no podrás tener un buen control de tu mascota durante el entrenamiento si utilizas uno de estos modelos.

También deberás llevar una dotación de golosinas; un accesorio práctico, aunque no imprescindible es la bolsa para guardarlas que se cuelga a la cintura.

El collar puede ser uno sencillo de nylon con hebilla. Para tener un mejor manejo del animal el collar debe ir bien alto, justo por detrás de la nuca, pero no hace falta que esté demasiado ajustado, así tu perro caminará con comodidad.

Toma esta información como base y adáptala a los gustos y personalidad de tu perro. El objetivo es lograr que ambos disfruten el paseo sin que tú hagas un gran esfuerzo y sin que él regrese asustado por tanto que le has regañado. Evita enfadarte durante las lecciones porque será muy difícil que logres enseñarle nada en ese estado.