Para un propietario, ver cómo de un día para otro aparecen ciertas calvas o zonas con alopecia en la piel del perro, es realmente desconcertante, sin embargo, más allá del problema estético que supone este problema, debemos poner en observación al animal con tal de encontrar la causa subyacente y el tratamiento que solucione este problema.
Es de las causas más comunes y molestas, y como hace poco expliqué en un artículo, la pérdida de pelo es una de las principales señales. Las alergias pueden ser debidas al ambiente (polen, moho, ácaros…), cuyo tratamiento debe ir supervisado por el veterinario para mejorar la calidad de vida del animal, a la alimentación, cuya solución está en cambiar de dieta alimenticia o a las pulgas, cuya solución debe buscarse en la prevención con un buen tratamiento antiparasitario. Morder, rascarse, etc. en la piel lleva a la pérdida de pelo y la aparición de calvas.
Sin una buena higiene y sin una buena prevención parasitaria, las pulgas, las garrapatas y los piojos pueden causar estragos, sin embargo, no debemos limitarnos a estos parásitos. Hay otros como la sarna o la tiña que causan pérdida de pelo alrededor de las orejas, los ojos, el abdomen y el torso, junto a otros problemas como inflamación de la zona, picor y enrojecimiento. Los síntomas de la tiña, por ejemplo, se caracterizan por la alopecia circular o irregular, inflamación y costras infectadas.
La genética es también una de las causas más comunes de la falta de pelo. Es el caso de varias razas de perros que son genéticamente más propensas a la alopecia que otras. Por ejemplo, el Crestado Chino o el Perro Sin Pelo del Perú. Sin embargo, también se da el caso en otras razas más conocidas, como el Doberman Pinscher, el Teckel, el Chihuahua, o el Whippet, que a veces sufren de alopecia desigual en el cuerpo siguiendo un patrón curioso, ya que la falta de pelo se da en las orejas, el torso, el lomo, el muslo o la parte inferior del cuello.
Los comúnmente llamados callos, son correctamente conocidos como úlceras por decúbito. Son lesiones que se localizan en los codos de los perros u otros puntos de presión ósea (por ejemplo, en caderas) y el pelo que desde siempre abundaba en esas zonas acaba desapareciendo con el contacto con superficies duras con regularidad. Esta presión constante y la fricción hace que la piel pierda el pelo, se endurezca formando ese “callo” e incluso llegue a agrietarse y sangrar. Las úlceras por presión son muy comunes en perros más ancianos, especialmente en razas grandes o gigantes que tienen mayor peso.
Este síndrome o enfermedad se deriva del hiperadrenocorticismo. ¿Qué significa esta palabreja? Pues un exceso de corticoides prolongado en el tiempo que aumenta los niveles de la hormona cortisol. Los síntomas de la enfermedad de Cushing incluyen la pérdida del pelo, el oscurecimiento de la piel y el desarrollo de una panza prominente y, como he comentado, afecta a los perros que han usado excesivamente corticoides.
¿Tu perro ha estado perdiendo el pelo en alguna zona concreta? Analiza sobre cuál puede ser la causa y no dudes en visitar al veterinario. Ya sabes lo que siempre digo: contar con el veterinario para cualquier duda, aumentará la calidad de vida de tu perro.
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