Para empezar, son
incontables las ocasiones en las que he escuchado…“es que comer siempre lo
mismo es muy aburrido! Normal que no se lo quiera comer”. Cierto es que comer
siempre lo mismo es aburrido, sobre todo cuando sabes que comer otros manjares
es posible. Si nunca, y repito, NUNCA, dais la posibilidad de comer nada
distinto a vuestro perro que no sea su pienso, no vivirá con la esperanza de
recibir otra cosa. Al hacer este simple gesto, le estamos haciendo un gran
favor al animal ya que hay perros, que viven angustiados con la esperanza de
recibir un simple trozo de comida que llegará o no.
Cuando el perro
entra en este bucle, se toman la libertad de rechazar determinados alimentos
cuyo olor o sabor no son de su agrado. Un ejemplo claro, es el caso de los
perros que están tan saciados de comer nuestra comida, que les das un trocito
de pan, y se permiten el lujo de rechazarlo porque no está mojado con un poco
de salsa.
Los perros adultos,
deben comer una o dos veces al día. Debéis tener especial cuidado con los
perros de raza grande. Éstos son más propensos a sufrir torsiones o
dilataciones de estómago, que pueden terminar con un final muy trágico. Para
evitarlo, es recomendable dividir su comida en dos tomas diarias. Yo,
personalmente, lo hago así independientemente del peso del animal. Pero es algo
que dejo a vuestra elección.
Los horarios de comida
deben ser siempre los mismos. Recuerda que estamos tratando de crear una
rutina.
Antes de empezar a
comer, debemos sentarlos y pedirles que permanezcan en quieto hasta que demos
permiso. De ésta manera, conseguimos por un lado el control de la situación y
por otro creamos más ganas. Ponérselo fácil hace que pierdan el interés.
Daremos 15 minutos
para que se coman su plato. Si transcurridos este tiempo, no han querido comer,
lo retiramos. Que tengan siempre acceso a su comida a cualquier hora del día, también
provocará que pierdan el interés por ella.
Si no han querido
comer su pienso en la primera toma, en la segunda no pondremos el doble de
comida. Si el animal se queda completamente saciado, mañana probablemente hará
lo mismo.
Queda
terminantemente prohibido darle de picar entre horas.
Aumentar los paseos
también provocará que su apetito aumente de forma progresiva. Siguiendo estos
simples pasos de manera estricta, en cuestión de dos semanas el animal habrá
comprendido la nueva situación.
Advertiros también,
que tengáis especial cuidado en los perros de raza pequeñas, tipo Chiuaua,
Yorkshire…ya que éstos son bastante propensos a sufrir hipoglucemias (bajada de
azúcar) tras un periodo muy prolongado en ayunas. En éstos casos, no debemos
ser tan estrictos con el protocolo de comidas.
No es necesario
sobrealimentarlos con nuestra comida. Como ya hemos visto en artículos
anteriores, algunos alimentos pueden ser tóxicos para ellos en mayor o menor
medida. Además, un buen pienso ya contiene todo los nutrientes necesarios para
su organismo. En el mercado, existe una amplia gama de piensos adaptados a las
necesidades físicas y psicológicas de cada animal. Nadie mejor que tu
veterinario para que te asesore.
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