Una problemática bastante cotidiana para las personas que aman a los perros es lograr que dos de sus amigos de cuatro patas se lleven bien. Adoptar un nuevo perro cuando ya tenemos otro en casa, a veces puede ser más problemático de lo que pensamos, por eso hay que extremar las precauciones para evitar accidentes y lograr una correcta socialización en los perros.
Presenta a los perros en una zona neutral
Lo mejor es hacer la primera presentación del cachorro y el perro adulto en una zona abierta, al aire libre. Allí hay más distracciones y reducirá las posibilidades de comportamientos de tipo territorial. El perro adulto puede mostrarse indiferente ante el cachorro, o tal vez puede intentar montarlo o gruñirle. Siempre que no haya una agresión inminente, esto no debe preocuparnos porque los perros saben establecer a su manera la jerarquía.
Además, lo más recomendable es intervenir lo menos posible en las primeras interacciones entre los perros. Presta atención para que no haya situaciones de violencia, pero trata de no interferir para que los perros se conozcan y se reconozcan en su propia relación.
Prepara el entorno del hogar
No mezcles de buenas a primeras al cachorro con el adulto. Trata de preparar una zona diferente para que el pequeño tenga su espacio propio, así como un plato con agua y comida. Si le das de comer en el mismo plato y en el mismo lugar que el perro adulto, es entendible que lo entienda como una amenaza a su territorio y eso es lo que hay que evitar a toda costa.
El ingreso al hogar
El perro adulto debe ingresar primero, sin correa, y el cachorro detrás, con correa. Una vez dentro, puedes dejarlo libre, que explore la casa. Atiende a la respuesta del adulto. Si está cómodo y no hay complicaciones, puedes dejarlos corretear y jugar por la casa. En cambio, si notas alguna respuesta de amenaza territorial, es recomendable que prepares un espacio separado para el cachorro, al menos durante las primeras semanas.
No se recomienda dejar solos a los perros en las primeras semanas, siempre deben estar supervisados cuando estén juntos. Así podrás asegurarte que no haya episodios violentos. Si en algún momento el perro adulto busca atacarlo, puede que necesites consultar a un adiestrador canino para trabajar sobre la violencia entre perros. Deja que socialicen, pero cuídalos y quiérelos por igual para evitar accidentes o tragedias. Puede ser un poco difícil al principio, pero los perros grandes y chicos pueden llevarse bien con un poco de entrenamiento.